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¿Quieres saber cómo disfrutar del sexo con clientes sin desconectarte de ti misma? El placer también es tuyo, y este artículo te enseña a tomarlo con confianza y control.
El trabajo sexual o de compañía no tiene por qué ser una experiencia fría o desconectada. Aunque no todos los clientes serán “ideales”, es posible encontrar placer, satisfacción o al menos comodidad física y emocional en cada encuentro, siempre que tú seas la que lleve el control de tu energía, tu cuerpo y tus límites.
El poder del “mindset” erótico
Tu mente es tu primer juguete sexual. Antes del encuentro, decide cómo quieres sentirte tú, no cómo esperas que sea él. Cambia tu narrativa interna:
- No pienses: “Tengo que hacerlo bien”.
Mejor: “Voy a disfrutar lo que me gusta y tomar lo que me sirva de esto.” - No es “complacerlo a él”, es crear una experiencia donde tú también recibes algo: control, placer, emoción, aprendizaje, incluso autoerotismo.
Hazlo por ti. Por tu energía. Por tu sensualidad.
Encuentra tu punto caliente emocional
No todo es físico. ¿Qué te excita mentalmente?
- ¿El poder que tienes?
- ¿Ser deseada?
Cuando sabes lo que te excita en lo emocional, puedes activarlo aunque el cliente no sea tu tipo físico.
Poner límites con elegancia = más placer
Nada apaga más el deseo que hacer algo que no quieres. Establecer límites desde el inicio te permite sentirte segura, cómoda y en control. Y eso, querida, es afrodisíaco.
- Usa frases sensuales para marcar límites:
“Esa zona la dejamos para otra ocasión…”
“Me encanta esto, pero esto no lo hago, ¿te gusta si lo cambiamos por…?”
Ser firme no te quita lo sexy, te da poder.
Prepara tu cuerpo como un templo sensual
Cuanto más cuidas tu cuerpo, más lo sientes y más placer puedes experimentar:
- Báñate con aromas que te enciendan.
- Usa aceites o cremas que te hagan querer tocarte.
- Lleva lencería que te haga sentir diosa.
- Usa lubricante de buena calidad: el placer también es confort.
Respira, muévete, conecta
Durante el sexo, muchas mujeres se desconectan mentalmente. Vuelve al presente con:
- Respiración consciente: siente cada exhalación, cada roce.
- Movimientos que te gusten a ti: baila sobre él, gira tus caderas, no actúes… siéntelo.
- Toca tu propio cuerpo: no solo es para él, es para ti también.
Aprende a encontrar tu placer… incluso sin conexión emocional
Puede que no lo ames, ni te parezca tan atractivo. Pero aún así puedes:
- Disfrutar de tu propio cuerpo.
- Usar el momento como una fantasía viviente.
- Cerrar los ojos y conectar contigo misma mientras él piensa que tiene el control (cuando lo tienes tú).
- Jugar con el placer como un performance sensual.
Celebra tu energía sexual como un arte
No eres una “chica más”. Eres una artista del erotismo, una guía de placer, una maestra de lo sensual. Cuando lo asumes con orgullo y sin culpa, el sexo deja de ser trabajo y empieza a ser experiencia. Y cada cliente, aunque distinto, puede ser un nuevo lienzo donde tú decides qué pintar.
Tú también mereces disfrutar
No importa si lo haces por pasión, por dinero, por poder o por todas las anteriores: tú mereces placer tanto como él. El verdadero secreto está en conocerte, cuidarte y saber que tú decides cómo se vive el encuentro. Porque ser dama de compañía no es solo “dar”, también es recibir: gozo, experiencia, poder, energía.
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